AURA

Así que las únicas cosas de las que hemos hablado en Colorado son las cosas que no puedes ver, y eso hace ver que las cosas que puedes ver sean más agradables. Pero lo que no puedes ver en Colorado es lo mismo que tampoco puedes ver en ningún otro lugar, excepto que está allí, donde quiera que esté. Así que quédate con nosotros, objeta la destrucción de nuestro mundo y haz lo que puedas para preservarlo.
So the only things we’ve talked about in Colorado are things you can’t see, and that makes seeing the things you can see more pleasant. But what you can’t see in Colorado is the same stuff you can’t see anywhere else either, except it’s there, wherever you are. So be with us, and object to the destruction of our world and do what you can to preserve it.

Aparte de Aspen, que es algo que se puede ver en Colorado, creo que Greeley también merece una parada, aunque sólo sea para rendir homenaje a una idea. Tengo una debilidad en mi corazón por Horace Greeley porque mucho antes de que yo llegara, él tenía una debilidad en su corazón por un experimento de vida comunitaria en Oneida, Nueva York, que había resultado muy bien a mediados del siglo XIX. No tan lejos de mi ciudad natal de Buffalo. Su idea era imitar a Oneida en el oeste y dar a los desempleados de la ciudad de Nueva York un nuevo comienzo en la vida. Usó el periódico que comenzó como una trompeta para ponerlos en marcha. Así que envió a Nathan Meeker, su editor de agricultura en el periódico, a establecer un asentamiento agrícola utópico al que llamó Union Colony, aunque Meeker decidió ponerle el nombre de Greeley. Un lindo homenaje. De todos modos, todavía es agrícola y sigue siendo fuerte, aunque no es más comunal que cualquier otra cosa ahora en Estados Unidos. Pero si vas al Museo Meeker o al menos lees sobre él en los enlaces de esta nota para obtener la historia completa, tal vez te inspires. 
Aside from Aspen, which is something you can see in Colorado, I think Greeley is also worth a stop, if for no other reason than to pay homage to an idea. I have a soft spot in my heart for Horace Greeley because long before I came along, he had a soft spot in his heart for a communal living experiment in Oneida, New York that had turned out nicely in the mid 1800s. Not all that far from my hometown of Buffalo. His idea was to imitate Oneida in the west and give the unemployed of New York City a new start in life. He used the newspaper he started as a trumpet to get them going. So he sent Nathan Meeker, his agriculture editor at the paper, to set up a Utopian agricultural settlement he called Union Colony, though Meeker decided to name it after Greeley. A nice tribute. Anyway, it’s still agricultural and still going strong, though it’s not any more communal than anything else now in America. But if you go to The Meeker Museum or at least read about it in this note’s links to get the full story, maybe you’ll be inspired.